Volviendo al pino, después de un día entero de preparación, Chiaru empezó a meterle mano, aunque yo no tenía muy claro lo que quería hacer…
En primer lugar empezó a compactar el tronco principal, para lo que necesitó el gato dado su grosor…
Fijaos que para proteger el tronco y la corteza usó cartón gordo¿una chapuza?
después empezó a compactar la parte alta, parece que tanta rafia definitivamente era para algo

desde arriba se ve mejor lo que ha plegado el tronco

después bajó esa parte para crear las ramas bajas

y dobló la otra para hacer el ápice

un poco más para hacer el pino más bajo…hasta aquí he de reconocer que no estaba demasiado impresionado, más bien todo lo contrario, y hasta me parecía un poco chapucero, pero hombre de poca fe, lo mejor estaba por llegar

me mandó suprimir esa rama que ya habíamos comentado que sobraba, por lo que acortamos bastante la envergadura del árbol, que antes de empezar a compactar era de 1,80 metros

y empezó el colocado de la rafificación, en este caso la primera rama

Pero se nos vino la noche encima y tuvimos que parar, una pena, ya que yo estaba bastante emocionado

Al día siguiente con energias renovadas seguimos con la colocación, y poco a poco fué apareciendo un bonsai delante nuestra como por arte de magia

¡y menudo bonsai!
con un fondo un poco mejor se aprecian más detalles

lateral
trasera
una con el dueño
y otra con el artista
al llegar a casa lo primero que hice fué clavar una alcallata en el tronco y poner un tensor para poder eliminar los tensores al tronco y el cartón, y lo que yo creía que era una chapuza resultó dar muy buen resultado y proteger la corteza bastante bien, por lo que casi no se desprendió ninguna plaquita

ahora a disfrutarlo y a seguir trabajando, ya que hay que acortar algunas ramas de la derecha y alargar algunas de la izquierda, ganar densidad…el cuento de nunca acabar, pero con consegeros de este calibre me atrevo a decir que seguro que llegaremos a buen puerto