86-87

bueno, toca despedirse, dentro de poco otro estudiante ocupará la que ha sido mi casa durante 3 meses

antes de marcharme un último vistazo al vivero

y a algún árbol para llevármelo bien grabado en la retina

a las 5:39 de la mañana pillé el autobus en dirección Tokio

todos los conductores van uniformados, y lo más curioso, con guantes blancos

llegada a tokio station después de 3 horas de viaje

y pillé el Narita esprex para llegar al aeropuerto

en el avión me encontré un articulo que hablaba de Omiya bonsai village

primera parada Roma, después de 12 horas de avión, y lo curioso, no sabía que el TIM se había hecho con una empresa de telefonía móvil en estos tres meses, pero debe de dar beneficios…

…ya que medio equipo me estaba esperando en Madrid

y muy bien preparados por cierto, menudos bocadillos,¡ por fin pan de verdad !

la teoría era que nos quedabamos a dormir en casa de César, pero menos dormir hicimos de todo

me preguntaba si había aprendido algo en japón, y esta es la respuesta, ya le hice una opa a César y cargué el coche, voy a tener que comprarme una furgo como la de Oyakata

antes de llegar a casa, parada obligatoria…sin palabras…

Y este es el final de mi aventura, ahora mirándo atrás puedo decir que he cumplido con creces mi objetivo, he disfrutado como un enano, he conocido otra cultura y he visto que mis límites están más arriba de lo que yo me imaginaba.

En cuanto al aprendizaje aunque es obvio que algo he aprendido(menos de los que muchos creen y posiblemente más de lo que yo me doy cuenta), el que se crea que con tres meses en japón ya sabe todo lo que hay que saber y que ya es uno de los grandes en este mundillo está muy equivocado, estos tres meses son una toma de contacto, todavía queda mucho, muchísimo que aprender, lo bueno es que he visto ese mucho y me ha cambiado la forma de pensar y de hacer bonsai en muchos aspectos, pero este solo es un punto de partida, la aventura continua…
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